Que la palabra ‘Taberna’ no os engañe. La Taberna de Perorrubio es más que eso, es un restaurante que apuesta por respetar del producto de la zona pero con unas elaboraciones novedosas. Prueba de ello, el llevar más de 10 años en los más alto de la gastronomía de la zona, en un pueblo de tan solo 12 habitantes. Vamos, que cuando se llena el comedor, se triplica la población del municipio…
A tan sólo 7 Km de Sepúlveda y muy cerquita de las Hoces del Duratón, en Segovia, la Taberna de Perorrubio destaca por su decoración tradicional y un trato excelente. Prueba de ello es la necesidad de reservar con antelación, sobre todo los fines de semana, los únicos días en los que el restaurante ofrece cenas.
En su carta llama la atención la materia primera típica segoviana, la carne de caza, la morcilla, los ibéricos y las carnes rojas con un estilo propio, como las carrilleras con salsa de chocolate.
Tres propuestas de arroz completan la carta, uno de kokotxas de bacalao y queso azul, un rissotto de espárragos con queso azul y otro arroz negro meloso con chipirones y gambas.
Los más dulces están de suerte, pues tienen excelentes elaboraciones, así como una carta para celíacos.
Nosotros cenamos a base de entrantes y un tartare, degustando sus paquetitos de morcilla con salsa de piquillos, crujientes de pato, sus originales tigres, croquetas, hojaldres rellenos de boletus…, al día siguiente estuvo el amigo de esta guía Javier Cuesta, quien nos habló estupendamente también de la amanita cesarea con foie grass de pato y huevo de oca y del cochinillo confitado.
La relación calidad precio es inmejorable y merece la pena repetir, pues adaptan su cocina cada temporada y el trato de Cris en sala de lo mejor.