La Yaya es uno de esos sitios que sorprende nada más entrar por la puerta. Viendo el exterior, una casa de piedra de las de toda la vida, no te imaginas que dentro puedas encontrarte con un lugar tan agradable, de bonita decoración y con un ambiente tranquilo y relajado. También dispone de terraza exterior que en verano es la delicia de los comensales.

Su cocina la podemos definir como una gastronomía local con toques de fusión de cocina contemporánea, así como una cocina de diseño con muy buena presentación y realce de sabores.

Cuentan entre semana con un menú del día de unos 13 euros y también hay menú fin de semana alrededor de los 20 euros, sin perder nada de calidad respecto a la carta, la cual sin ser demasiado extensa cuenta con platos con mucha imaginación y con toques diferentes.  Destacamos las exquisitas croquetas de calamar en su tinta, el pulpo a la parrilla con crema de hongos y huevo escalfado, así como sus carnes y pescados, fresco y de calidad. Nos ofrecieron probar la carne de Kobe, muy buena, pero que contribuye a engrosar la cuenta en mayor medida que el resto de platos

El personal es muy agradable y nos explicaron en todo momento cada plato antes de servirlo, así como la bodega de la que disponían, extensa y variada.

En resumen, agradable comida en un ambiente que te permite disfrutar en todo momento de cada plato.