Por recomendación de Esther y Natalia nos acercamos al mítico Fuente Dé en Santander.

Una tasca o bodega de las de toda la vida que tanto apreciamos en esta guía. El local, sin ser bonito, tiene el encanto de esos locales con solera, lo importante aqui es su esencia, sencillamente, aquí se viene a comer, y comer bien!!

La especialidad son sus cocidos, lebaniego o montañes, dependiendo del día de la semana ( los lunes, miércoles y sábados toca lebaniego y los martes, jueves y viernes, montañes)

Nosotros fuimos un lunes y aún así llamamos para reservar, lo cual pudimos comprobar que fue un acierto puesto que poco a poco se llenaron todas las mesas. Las mismas están situadas en el propio bar, sin comedor aparte, por lo que se junta la gente que va a comer con la que está de vinos y tapeo, ya que el lugar se presta para ello con sus apreciadas raciones (cecina, queso picón, chorizo lebaniego…)

Como decimos, al ser lunes, tocaba cocido lebaniego, sencillamente espectacular, un imprescindible para los amantes del buen yantar, con su sopa, abundante compango, berza y unos garbanzos pequeñitos y buenísimos (pinchad en las fotos). Previamente probamos una tabla de quesos también de ganada fama en Santander y, de postre, una quesada casera de ración. Por cierto, el pan era como una mezcla entre chapata y hogaza muy bueno.

Una relación calidad/precio genial y una comida y local de los de no olvidar.

Volveremos a por el cocido montañes, que seguro que está tan bueno como el lebaniego. Gracias a Esther y Natalia por la sugerencia.