Prácticamente en la frontera entre 2 Comunidades Autónomas de buen comer como son Asturias y Galicia, pero del lado gallego, nos encontramos este buen restaurante, concretamente en el muelle de Porcillán de la localidad de Ribadeo con unas excelentes vistas al mismo.

Tanto el bar en la planta baja como el comedor en la de arriba, están decorados al estilo rústico y marinero, con un comedor amplio y con techos altos, piedra vista y vigas de madera.

La comida tiene una gran relación calidad/precio, con raciones abundantes y la atención es muy correcta. A destacar todos sus pescados de roca, fresquísimos y excelentes y los entrantes como las tostas de cecina con compota de manzana y foie, sus croquetas, la empanada de longueirón (Premio Concurso de Tapas Ribadeo 2013), su pulpo a la plancha o sus almejas a la marinera. Por ponerle un único pero, la ración de arroz con bogavante es tan abundante que pierde bastante sabor, con la mitad de arroz quedaría más sabroso y de cantidad suficiente.

En definitiva, un gran restaurante con encanto junto al mar y el muelle de pescadores que no os defraudará.

Aconsejamos reservar, sobre todo en temporada alta.